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¿Malestar en el trabajo? 5 consejos para gestionarlo

A todos nos ha pasado alguna vez, de sentirnos enojados, frustrados, inseguros o tener malestar en el ámbito laboral. Las situaciones que desencadenan estas emociones son de lo más variadas, pero sin lugar a dudas la gestión de nuestras propias emociones es una habilidad muy necesaria, especialmente para aquellas personas que ocupan roles de coordinación, liderazgo o contacto con el cliente.

En esta nota vamos a repasar algunas sugerencias que pueden ser útiles para aprender a mantener la calma y resolver conflictos de una mejor manera, haciendo uso de la regulación emocional. 

  1. Detectar lo que sientes: 

Cuando te invada una emoción, lo primero que debes hacer es identificar de qué emoción se trata y qué intensidad tiene. Por ejemplo, si te has enojado porque un compañero no está aportando lo que debería y eso te ha sobrecargado de tareas en la última semana. Lo que debes hacer es preguntarte ¿qué hay detrás de ese enojo? Los motivos profundos de esa emoción pueden ser diferentes a lo que aparenta a simple vista. 

  1. No des nada por sentado:

Cuando la emoción negativa que estás sintiendo involucra o está asociada a algo que pasó con otra persona, no asumas que sabes lo que el otro piensa o los motivos por los cuales llegaron a esta situación. Por ejemplo, cuando nos sentimos ofendidos muchas veces pensamos que el otro actuó con malas intenciones. 

Es muy frecuente que nuestras creencias distorsionadas sean un obstáculo para la eficiente resolución de conflictos. Debemos ser más curiosos y empáticos para entablar conversaciones honestas, respetuosas. Sólo de esa forma llegaremos a entender lo que realmente pasó y poder diseñar una solución eficiente para el problema.

  1. Prepararse para la conversación:

Siempre sugerimos que las situaciones incómodas entre personas se puedan conversar, ya que ignorarlas o “dejarlas pasar” suele ser contraproducente en el largo plazo. Esto no significa que haya que abordar esas conversaciones sin preparación o simplemente para decir sin cuidado todos los comentarios que tengo guardados.

Es importante que cuando estemos por tener una conversación difícil, nos preparemos para dar contexto de la situación específica sobre la que queremos hablar, para evitar malentendidos o hacer generalizaciones inapropiadas.

  1. Clarificar o retroceder si es necesario:

Si dijiste algo que fue malinterpretado por alguien más, puedes reformular y aclarar cuáles eran tus intenciones con lo que dijiste. También es clave que sepamos reconocer nuestros deslices y pedir disculpas cuando corresponda. Nadie es perfecto gestionando sus emociones y a veces podemos decir cosas de las que nos arrepentimos. Lo importante es tener el coraje para reconocer nuestros errores en el momento y hacer lo posible por corregirlos para que no empeore la situación. 

  1. Pedir retroalimentación:

Una de las principales fuentes de emociones negativas en el trabajo suele ser la presión que las personas se auto imponen a sí mismas. Los sentimientos de inseguridad suelen afectar al desempeño, pero también es cierto que muchas veces esos sentimientos están sobredimensionados o enfatizados por la constante comparación que hacemos de nosotros con otras personas.

Un consejo muy útil para lidiar con la inseguridad es pedir feedback, para saber lo que realmente piensan los demás de tí y tu trabajo. Puedes pedir feedback sincero a tu equipo, a pares y también a tus superiores. Es posible que escuchar la perspectiva de otros ayude a tener una visión más realista de ti mismo y que también muestre algunas gratas sorpresas que no esperabas escuchar. En cuanto a las críticas constructivas, hay que tomarlas como combustible para seguir mejorando.

Como seguramente ya has ido aprendiendo por experiencia propia, las emociones son parte fundamental de nuestra esencia humana. Ya que el conflicto es algo natural en las relaciones, debemos desarrollar habilidades que nos permitan regularlas, para que nuestras emociones faciliten el crecimiento y la satisfacción laboral en vez de convertirse en un obstáculo.

Lic. Marlene Pruvost
Socia Fundadora – Consultora Gestal
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