Estamos transitando la 4ta. Revolución industrial, también conocida como Industria 4.0. La transformación digital presenta un nuevo modelo de organización, tanto en la fabricación o elaboración de productos como en los servicios que las mismas ofrecen.
En este contexto, las necesidades del cliente han cambiado, las expectativas son distintas. Es importante tener en cuenta que los nuevos mercados se basan en la personalización atendiendo la experiencia, con productos y servicios innovadores y disruptivos.
Es por ello que la capacidad de innovación de las organizaciones se vuelve un factor decisivo. Entre sus beneficios, podemos mencionar la oportunidad mejorar los procesos, crear nuevos productos, incrementar los resultados económicos, el bienestar de los trabajadores y finalmente, mejorar la empresa en sí misma.
La innovación es una necesidad constante, tanto para las organizaciones, (a las que les permite adaptarse en un mercado global altamente competitivo) como para la sociedad en general, ya que les permite mejorar su calidad de vida y el entorno en el que viven.
Pero al momento de implementar procesos de innovación abierta en las organizaciones, surgen nuevos interrogantes:
¿Se puede gestionar el conocimiento sin innovar? La respuesta es sí, es posible gestionar el conocimiento de forma tradicional, sin innovar. De hecho, una gran cantidad de organizaciones ya están afrontando las consecuencias de no innovar sus procesos.
Pero, ¿Se puede innovar sin gestionar el conocimiento? En este caso, la respuesta es no, ya que la innovación persigue la generación de nuevas soluciones basadas en el conocimiento, generando más y nuevos saberes y competencias.
Entonces, ¿Creatividad es lo mismo que innovación?
Creatividad no es igual a innovación:
- La creatividad es subjetiva, es la idea mental y nueva.
- Innovación, es el proceso que pone en práctica la idea, es una acción de cambio que logra una novedad, de utilidad y asociada con el concepto de progreso.
La innovación supera tus expectativas.
Innovar es un proceso dinámico que tiene fases, etapas y herramientas disponibles que facilitan el éxito.
Las principales etapas son:
- Identificar las oportunidades de innovación
- Generar ideas
- Evaluación de ideas
- Desarrollo de la idea
- Implementación de la idea
Entonces, ¿por qué emprender procesos de innovación en la empresa?
Las empresas que no estén dispuestas a innovar están destinadas a no ser competitivas, y el entorno progresivamente prescindirá de ellas. Tecnologías como la Inteligencia Artificial y la Robótica hoy son el centro del crecimiento económico, social y cultural.
Para innovar sólo necesitamos reconocer cómo opera nuestro cerebro, cómo funcionan las organizaciones, y cómo el mercado se comporta ante los nuevos desarrollos que proponemos. Si contamos con estos conocimientos, podemos embarcarnos en un proceso de innovación en empresas.
Uno de los desafíos a los que nos enfrentamos en las organizaciones son los pensamientos limitantes que están fuertemente arraigados en la cultura empresarial: “¿si siempre lo hicimos de esta manera, por qué cambiarlo?” “A mi edad no estoy interesado en aprender una nueva tarea desde cero”, entre muchos otros ejemplos cotidianos. Hoy más que nunca, debemos estar atentos al futuro para no perderlo y que la ola no nos atrape.
Innovar requiere ponerse en movimiento para mejorar la calidad de vida de las personas, y de esa manera impactar favorablemente en la economía y la sociedad. El mundo de hoy y mañana le pertenece a quienes ponen manos a la obra y promueven la innovación en su área, empresa, y/o equipo de trabajo.
¡Construyamos el futuro, animándonos a innovar!