¿Cómo fue tu primer día? Cómo a todos nos puede haber pasado, el primer día de trabajo suele ser traumático: tareas nuevas, compañeros nuevos, el miedo a lo desconocido, la incertidumbre de ser capaz de superar los nuevos retos y finalmente, el ser aceptado por su actual equipo de trabajo. Para algunos positivo, para otros no tanto, pero entonces ¿de qué dependerá?
Hoy en día, en las empresas, la idea de que la inducción para nuevos empleados consiste en darles un manual, explicarles sus responsabilidades y capacitarlos, está quedando atrás. Los nuevos líderes están cambiando su enfoque hacia una visión más integral del talento humano y esto implica ayudarlos a integrarse de manera efectiva a la organización.
Antes se hablaba de Proceso de Inducción, hoy se está empezando a mencionar el concepto OnBoarding, pero ¿en qué se diferencian?
Por un lado, el proceso de inducción se realiza a una sola vía, de la empresa al empleado, y tiende a ser de carácter informativo. En cambio, en el proceso llamado OnBoarding existe una constante interacción con el nuevo integrante, el proceso es proactivo mediante una comunicación a doble vía con una clara tendencia a prever y evitar problemas. Este proceso no es un programa de capacitación, sino un proceso de integración.
¿En qué consiste entonces?
En general este proceso de integración se realiza en tres grandes ámbitos; el primero se enfoca en el conocimiento profundo de la empresa, el negocio y de todo lo que la rodea; el segundo tiene que ver con la cultura de la empresa y la manera de operar en el mercado; y el último atiende a los procedimientos de negocio asociados al puesto y las herramientas que se utilizarán.
No se trata solamente de capacitarlo en asuntos técnicos y operativos propios del puesto que realizará, sino de involucrarlo en la empresa, la cultura y la gente que la forma ya que estos son los factores clave para ayudar a lograr el compromiso del empleado con la organización.
Algunas prácticas que hacen al Onboarding son las siguientes:
- Comenzar el proceso de inducción desde antes que la persona comience su actividad. Esta acción se puede dar en el proceso de selección, a medida que el candidato avance; hacerle conocer su historia, su misión, visión, valores y por qué no, con algo de datos del equipo al cual se integrará.
- Una vez que el candidato ingresó, es momento de recibirlo. Es importante establecer un clima de confianza desde el inicio, haciéndole sentir que su aporte es importante y que la empresa lo considera un elemento valioso en la organización.
- Es importante que la empresa se encuentre lista, con la documentación necesaria para efectuar los trámites de contratación de manera ágil y que exista claridad para el nuevo empleado.
- Comenzar a dar información de la empresa y su cultura organizacional. Este es un buen momento para que el trabajador conozca en profundidad el propósito de la empresa, su historia, la cultura que se vive, y los valores compartidos.
- Informar sobre los lineamientos generales y políticas de la empresa como por ejemplo: reglamento interno, horario de trabajo, permisos, uso de instalaciones, horario de comida, personal de apoyo a áreas técnicas, prestaciones, políticas de vacaciones, etc.
- Cuando el empleado ya está familiarizado con los estatutos de la empresa es momento de recordar las principales actividades y responsabilidades del puesto en particular que va a desempeñar, la jerarquía y línea de mando que debe seguir.
- Presentar al colaborador con las personas con las va a tener interacción directa es muy importante, ya que la integración con ellos va a ser un factor clave en el desempeño del mismo.
- Es recomendable que pasado unos meses se pueda pactar una reunión con el nuevo colaborador para dar seguimiento a su integración y desenvolvimiento en el puesto.
En muchas ocasiones se considera que basta con haber seguido un adecuado proceso de reclutamiento y selección de personal para garantizar que un trabajador desempeñe las actividades que se le asignan de la mejor manera. Sin embargo, cuando una persona no cuenta con la información necesaria para saber qué es lo que se espera de ella y cuáles son los valores de la empresa, difícilmente se podrá integrar al trabajo y a la organización.
Es importante entender que un programa de inducción y de integración “OnBoarding” para tus nuevos colaboradores puede determinar la facilidad y rapidez con la que se adapten a la organización, se comprometan con las metas estratégicas y alcancen su potencial en desempeño.
Este artículo invita a los gerentes de empresas a replantearse si la manera actual en que se realiza la inducción es acorde con la estrategia de la empresa, y en especial con la relación que se quiere construir con los empleados.
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Una respuesta
No encuentro ninguna diferencia con un proceso de inducción común y corriente.
Todos los pasos mencionados son los mismos que utilizo actualmente….no sabía que estaba aplicando on boarding