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Jefe, ¡QUIERO UN AUMENTO! de mi Salario Emocional

Podemos decir que hace no mucho tiempo el sueldo era el elemento que diferenciaba a una empresa de otra. Era un factor totalmente determinante al momento de atraer a los mejores profesionales y retener los empleados más calificados. Cualquier trabajador elegía una empresa de acuerdo al monto que se cobraba.

En la actualidad nos encontramos con un panorama totalmente distinto. Hoy se busca la calidad antes que la cantidad, y por eso los trabajadores se ven atraídos no solo por lo económico sino también por una combinación de beneficios que cubran sus intereses personales, profesionales y de motivación dentro del ámbito laboral.

¿Qué es el salario emocional?

El salario emocional es un concepto asociado a la retribución no económica que recibe un empleado en su trabajo. Está compuesto por todos los incentivos no monetarios, y apunta a que los trabajadores se encuentren contentos, motivados y comprometidos con la organización.

Algunos ejemplos pueden ser:

  • Formación/capacitación
  • Desarrollo profesional
  • Reconocimiento personal
  • Comunicación fluida
  • Horario flexible
  • Beneficios sociales

Aunque en muchos casos el aspecto económico sigue siendo el factor principal a tener en cuenta a la hora de aceptar una oferta de trabajo, lo que hará que el colaborador se quede y rinda al máximo será el salario emocional.  Lo económico sólo incentiva en el corto plazo y es muy efímero su impacto en el desempeño de las personas. Pero el impacto que tienen los incentivos emocionales es mucho más duradero en el tiempo.

Los millennials (personas entre 18 y 35 años aproximadamente) son el ejemplo más claro de lo antes mencionado. Son una generación nueva de trabajadores para la cual lo económico no es el único factor determinante. Mucho más que las generaciones previas, ellos quieren ser reconocidos en su trabajo, tener oportunidades de crecimiento y sentirse parte de la empresa. Están dispuestos a aprender constantemente, trabajando en equipo para conseguir logros. Por eso se desmotivan fácilmente cuando su trabajo no les brinda estas oportunidades, a pesar de tener un buen salario económico.

Aquellas organizaciones que se diferencien de su competencia por sus condiciones de trabajo, por el clima de trabajo que generan y por el apoyo a sus colaboradores, se convertirán en una vidriera que atraerá nuevos talentos.

Pero ¿Cuáles son las ventajas que consiguen las organizaciones aplicando esta nueva forma de gestionar al personal?

  • Bajar la rotación del personal
  • Niveles bajos de ausentismo
  • Con elevados índices de productividad y competitividad
  • Generan un buen clima laboral.
  • Colaboradores comprometidos.
  • Consolidación de una cultura fuerte.

Es un error pensar que las grandes empresas son las únicas que pueden implementar estos beneficios por contar con presupuestos altos. Las pymes y empresas familiares también pueden lograrlo, diseñando nuevas estrategias de compensaciones. A veces, no se trata de destinar grandes presupuestos, sino de estar atentos a las necesidades e intereses de los empleados.

La implementación de esta nueva práctica implica que los directivos estén convencidos de que el cambio es necesario para mejorar el clima de trabajo y motivación de su personal. Muchas veces requiere de un cambio cultural de la organización que lleva tiempo lograr. Así se va instituyendo una cultura de confianza donde los trabajadores se sienten escuchados y atendidos. El crecimiento de la empresa y del trabajador son dos componentes que se retroalimentan, y sin uno no puede existir el otro.

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Emmanuel Altamirano
Socio Fundador - Consultora Gestal 
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